El crecimiento de las energías renovables ha alcanzado un ritmo sin precedentes a nivel mundial. Según el último informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE), la energía solar y eólica están bien encaminadas para satisfacer casi la mitad de la demanda eléctrica global para 2030. Sin embargo, a pesar de este avance positivo, el informe señala que aún queda mucho por hacer si queremos cumplir con los ambiciosos objetivos establecidos por la comunidad internacional.
El informe de la AIE revela tanto buenas como malas noticias en lo que respecta a la expansión de las energías renovables. Mientras que el crecimiento en la capacidad instalada de estas fuentes energéticas es notable, todavía está lejos de cumplir con la meta de triplicar la capacidad renovable global para finales de esta década, un objetivo que se estableció en la cumbre climática COP28. Aun así, la AIE mantiene una postura optimista y asegura que este objetivo sigue siendo alcanzable con el apoyo gubernamental adecuado.
China lidera la transición energética global
Uno de los hallazgos más destacados del informe es el papel dominante que juega China en la expansión de las energías renovables. Se prevé que este país representará casi el 60% de toda la capacidad renovable que se instalará a nivel mundial de aquí a 2030. Esto significa que para finales de la década, China será responsable de casi la mitad de la capacidad global de energía renovable, un salto significativo desde el 33% que representaba en 2010.
El informe señala que, en conjunto, se agregarán más de 5.500 gigavatios (GW) de capacidad de energía renovable entre 2024 y 2030. Para poner esta cifra en perspectiva, esta cantidad de energía es comparable a la capacidad actual combinada de China, la Unión Europea, India y Estados Unidos. Es un crecimiento impresionante, casi tres veces mayor que el aumento visto entre 2017 y 2023.
Sin embargo, aunque China encabeza esta revolución, India también está demostrando un rápido crecimiento en la adopción de tecnologías renovables, posicionándose como la economía con el mayor ritmo de expansión en este ámbito. La AIE destaca que la energía solar está jugando un papel central en este crecimiento, siendo responsable de aproximadamente el 80% de la expansión de la capacidad global entre 2024 y 2030.
La energía solar a la cabeza de la revolución
La energía solar, en particular, ha sido identificada como la gran protagonista en la carrera hacia la transición energética. Este tipo de energía es la que más crecimiento aportará en los próximos años. Según el informe, tanto las grandes plantas solares como las instalaciones domésticas y comerciales de paneles solares están impulsando este avance.
A pesar de los desafíos que enfrenta la cadena de suministro global, la AIE predice que la expansión de la energía solar seguirá acelerándose en los próximos años. El sector eólico también está mostrando signos de recuperación, y la tasa de crecimiento de la energía eólica se duplicará entre 2024 y 2030 en comparación con el período 2017-2023.
A nivel global, la combinación de energías renovables se proyecta que generará casi la mitad de toda la electricidad mundial para 2030, con la participación de la energía eólica y solar en particular duplicándose hasta alcanzar el 30% del suministro eléctrico mundial. Sin embargo, a pesar de este progreso, la capacidad total de energía renovable para 2030 aún se queda corta respecto a la meta de triplicar la capacidad global.
El desafío de triplicar la capacidad renovable mundial
El informe de la AIE subraya que, aunque el crecimiento de las energías renovables es impresionante, no es suficiente para cumplir con los objetivos establecidos en la COP28. Según los cálculos actuales, la capacidad global de energía renovable alcanzará 2,7 veces su nivel de 2022 para 2030, pero esto no es suficiente para triplicar la capacidad como se había propuesto. Entonces, ¿qué se necesita para lograrlo?
La buena noticia es que, según el análisis de la AIE, triplicar la capacidad es factible si los gobiernos actúan con decisión y aprovechan las oportunidades a corto plazo. La clave estará en la próxima ronda de compromisos climáticos nacionales, conocidos como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), que los países deben presentar bajo el Acuerdo de París. La AIE insta a los gobiernos a adoptar objetivos más ambiciosos en materia de energías renovables en sus NDCs.
Además, el informe enfatiza la necesidad de una mayor cooperación internacional para reducir los costos de financiamiento en economías emergentes y en desarrollo. Regiones con alto potencial, como África y el sudeste asiático, deben beneficiarse de una mayor cobertura solar, lo que requiere una mayor inversión y colaboración entre los países más desarrollados y estos mercados emergentes.
Pero la simple adición de más tecnología solar y eólica no resolverá todos los problemas. Para integrar estas fuentes renovables variables en los sistemas eléctricos globales, es necesario modernizar y construir nuevas redes eléctricas. Según el informe, se requerirán 25 millones de kilómetros adicionales de redes eléctricas y una capacidad de almacenamiento de 1.500 GW para 2030.
Conclusión: un futuro prometedor con retos pendientes
El informe de la AIE pinta un panorama positivo pero desafiante para el futuro de las energías renovables. Si bien la transición energética está avanzando a buen ritmo, todavía existen obstáculos significativos que deben superarse para alcanzar los ambiciosos objetivos globales de energía limpia. La cooperación internacional, el apoyo gubernamental y las inversiones en infraestructura serán fundamentales para que el mundo pueda aprovechar al máximo el potencial de las energías renovables y evitar los peores impactos del cambio climático.
La revolución de las energías renovables está en marcha, pero aún queda mucho por hacer.