El reciente anuncio de la incorporación de cinco especies de aves marinas a la «lista roja» de conservación en el Reino Unido ha desatado alarmas entre los científicos y conservacionistas. Estas especies, que ahora están bajo la mayor preocupación de conservación, incluyen al petrel de tormenta de Leach, la gaviota reidora, la gaviota argéntea grande, el charrán ártico y el págalo grande. La situación se vuelve aún más crítica al unirse a otras cinco especies ya en la lista roja, como la gaviota tridáctila, la gaviota argéntea, el charrán rosado, el págalo ártico y el frailecillo, todas ellas enfrentando amenazas severas a su supervivencia.
Aumenta el número de especies en peligro
El reciente informe publicado por una coalición de las principales organizaciones de conservación de aves en el Reino Unido, y divulgado en la revista British Birds, revela que de las 28 especies de aves marinas evaluadas, cinco han sido añadidas a la lista roja de mayor preocupación. Este grupo de aves enfrenta múltiples amenazas, como el cambio climático, la sobrepesca, la pérdida de hábitats de alimentación y la creciente influencia de la energía eólica marina en sus zonas de forrajeo. Las enfermedades también han jugado un papel clave, especialmente con el brote de gripe aviar altamente patógena (HPAI) que devastó a las poblaciones del págalo grande entre 2021 y 2023.
El proceso de evaluación de las especies se basó en datos del último censo nacional de aves marinas, publicado en noviembre, además de información recopilada por el programa de monitoreo de aves marinas de la British Trust for Ornithology (BTO) y el Comité Conjunto para la Conservación de la Naturaleza (JNCC). La gravedad de la situación es evidente al considerar que, de las 245 especies de aves que se reproducen regularmente en el Reino Unido, 73 están ahora en la lista roja, lo que representa un 30% del total.
Las amenazas que enfrentan las aves marinas del Reino Unido
El Reino Unido sigue siendo un lugar crucial a nivel internacional para las aves marinas, dado que muchas de estas especies dependen de sus costas para la cría y alimentación. Sin embargo, estas aves enfrentan una creciente lista de amenazas y presiones que están acelerando su declive. Entre las más destacadas se encuentran los efectos del cambio climático, que están alterando las cadenas alimenticias marinas, la sobreexplotación de los recursos pesqueros y la proliferación de depredadores invasores en las islas donde las aves suelen anidar.
El impacto de las energías renovables también es un factor a tener en cuenta. Aunque los parques eólicos en alta mar se consideran una solución importante para reducir las emisiones de carbono, su ubicación en zonas de alimentación crítica para las aves ha generado preocupaciones sobre posibles impactos negativos en estas especies vulnerables. Otro problema destacado es la creciente frecuencia de enfermedades, como la gripe aviar, que ha afectado gravemente a varias especies de aves marinas en los últimos años.
Katie-jo Luxton, directora global de conservación de la Royal Society for the Protection of Birds (RSPB), afirmó que la situación de las aves marinas del Reino Unido es extremadamente preocupante. «Este último chequeo de salud de nuestras poblaciones de aves marinas revela descensos devastadores en su estado general», señaló Luxton. Según ella, la magnitud del problema exige acciones urgentes por parte de los gobiernos para abordar las causas subyacentes del declive y permitir la recuperación de estas especies.
Esperanzas de recuperación y desafíos futuros
No todo es desolador en el horizonte para las aves marinas del Reino Unido. Algunas especies han mostrado señales de mejoría. Por ejemplo, el cormorán moñudo ha sido trasladado de la lista roja a la lista ámbar, indicando una recuperación parcial de su población. Del mismo modo, el arao negro se ha unido al cormorán en la lista verde, lo que sugiere que estas especies están respondiendo positivamente a los esfuerzos de conservación.
Las decisiones recientes de los gobiernos del Reino Unido y Escocia de cerrar las pesquerías de lanzones, una importante fuente de alimento para muchas aves marinas, ha sido vista como un paso significativo hacia la protección de estas especies. Además, los proyectos para eliminar depredadores invasores de las islas donde anidan las aves marinas han mostrado resultados prometedores.
David Noble, ecólogo principal de la BTO, destaca la importancia de la continua vigilancia y monitoreo de las poblaciones de aves marinas. «Las aves marinas son una parte icónica de la naturaleza a lo largo de nuestras costas, ya sea buscando alimento en playas y acantilados o patrullando los frentes urbanos. Las múltiples presiones que enfrentan, desde la reducción de sus fuentes de alimento hasta la invasión de depredadores en sus nidos, han resultado en cambios significativos en sus números», señaló Noble.
El monitoreo constante por parte de voluntarios y profesionales es esencial para proporcionar evidencia oportuna del impacto de estas amenazas y evaluar la efectividad de las acciones de conservación. Aunque la situación actual es crítica, la combinación de políticas públicas acertadas y proyectos de conservación bien enfocados puede ofrecer una vía para la recuperación de las aves marinas del Reino Unido en los próximos años.