Energías Renovables

Gran Apagón que puso en jaque al Sistema eléctrico de España y Portugal

¿Fueron las energías renovables responsables del apagón masivo o un fallo técnico del sistema?

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España y Portugal aún se recuperan del que ha sido el mayor apagón eléctrico registrado en Europa en los últimos años. El incidente, que afectó a cerca de 60 millones de personas, ocurrió poco después del mediodía del lunes y dejó a amplias zonas de la Península Ibérica sin suministro eléctrico durante horas. Aunque la normalidad se ha restablecido en la mayoría de las regiones, las investigaciones continúan para esclarecer qué fue lo que falló exactamente en el sistema eléctrico. Mientras tanto, el debate público se ha encendido, especialmente en torno al papel de las energías renovables, con algunos sectores apresurándose a culparlas del caos, pese a que no existen pruebas concluyentes que respalden tales afirmaciones.

Descartadas las teorías iniciales: ni ciberataque ni fenómenos meteorológicos extremos

En un primer momento, no faltaron teorías que apuntaban a posibles ciberataques o fenómenos meteorológicos extremos como desencadenantes del corte masivo. Sin embargo, ambas hipótesis han sido descartadas. Eduardo Prieto, responsable de servicios de Red Eléctrica de España, afirmó el martes por la mañana que las investigaciones preliminares no han encontrado indicios de un ataque informático, disipando así uno de los temores iniciales más repetidos.

Por su parte, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) descartó que se tratara de una consecuencia del clima. En un comunicado, indicó que el día 28 de abril no se registraron fenómenos atmosféricos anómalos ni variaciones bruscas de temperatura en su red de estaciones meteorológicas. Esto ha llevado a centrar la atención en el comportamiento del propio sistema eléctrico, y en especial, en la respuesta de las fuentes de energía renovable ante la perturbación.

¿Qué papel jugaron las renovables en el apagón?

A las 12:32 del mediodía del lunes, el sistema eléctrico experimentó dos eventos casi consecutivos, separados por apenas un segundo y medio, que provocaron una desconexión masiva de generación eléctrica, según detalló Prieto. El primer evento fue absorbido por el sistema sin consecuencias mayores, pero el segundo superó su capacidad de reacción, desencadenando el apagón. El epicentro del problema se situó en el suroeste de España, una región con gran concentración de plantas solares.

Algunos expertos ya habían advertido sobre la necesidad de actualizar la red eléctrica para adaptarse al crecimiento vertiginoso de la energía solar y eólica. No obstante, la mayoría coincide en que culpar exclusivamente a las renovables es una simplificación errónea. La Fundación Renovables explicó que, en realidad, la desconexión de las plantas renovables con capacidad superior a 2MW fue una respuesta automática del sistema ante una alteración en la frecuencia de la red, conforme a los protocolos de seguridad vigentes. En otras palabras, las renovables no causaron el problema, sino que fueron desconectadas como consecuencia de este.

Desde el gobierno, el presidente Pedro Sánchez fue contundente al rechazar las acusaciones contra las energías limpias. “Quienes vinculan el apagón a la falta de energía nuclear mienten o demuestran ignorancia”, declaró en una rueda de prensa. Asimismo, anunció la creación de una comisión para investigar a fondo el incidente y examinar el papel de las compañías energéticas privadas en el suceso.

Renovables, clave en la recuperación del sistema

Lejos de ser responsables del colapso, las energías renovables jugaron un papel fundamental en la recuperación del sistema eléctrico. Mientras tecnologías tradicionales como el gas, el carbón y la energía nuclear quedaron momentáneamente fuera de servicio, fue gracias a la solar, la eólica y la hidroeléctrica que España logró estabilizar nuevamente la red.

El profesor Stephen Jarvis, del London School of Economics, siguió en tiempo real los movimientos del sistema durante la crisis y destacó que la energía renovable seguía operando cuando otras fuentes no lo hacían. Según la Fundación Renovables, si España no hubiera contado con un porcentaje tan elevado de energías limpias, el restablecimiento del suministro eléctrico habría sido mucho más lento.

Este incidente también ha reavivado el debate sobre la vulnerabilidad de la Península Ibérica como «isla energética» dentro del sistema europeo, dada su escasa interconexión con el resto del continente. Aún no está claro si una mayor integración con las redes eléctricas de Europa habría facilitado la recuperación o, por el contrario, habría extendido el apagón a otros países.

Desde el ámbito internacional, la directora ejecutiva del Global Solar Council, Sonia Dunlop, recordó en redes sociales que disponer de sistemas de autoconsumo solar con almacenamiento puede aumentar la resiliencia de hogares y empresas frente a apagones. “Si las olas de calor y fenómenos climáticos extremos van a provocar más apagones, quizá sea momento de que más personas instalen paneles solares preparados para operar en modo aislado”, señaló.

Lo sucedido ha puesto sobre la mesa la importancia de invertir no solo en fuentes de energía limpia, sino también en infraestructuras capaces de soportar su integración masiva. El apagón del 28 de abril no solo evidenció las fragilidades del sistema, sino también la fortaleza y capacidad de respuesta de una red energética que avanza, con sus luces y sombras, hacia un futuro más sostenible.

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