La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha lanzado una nueva y urgente advertencia sobre el cambio climático. Según los datos publicados recientemente, las medidas actuales para reducir las emisiones de carbono están lejos de ser suficientes para frenar el aumento de la temperatura global y evitar consecuencias devastadoras para el planeta. En su más reciente informe sobre los gases de efecto invernadero, la Organización Meteorológica Mundial (OMM), organismo especializado de la ONU, ha señalado que los niveles de dióxido de carbono (CO2), metano y óxido nitroso han alcanzado máximos históricos en 2023. Esta situación compromete al mundo a enfrentar un futuro con temperaturas en aumento constante, a menos que se implementen cambios profundos y urgentes en las políticas climáticas globales.
Aumento récord de gases de efecto invernadero y sus consecuencias
Según el boletín de la OMM, las concentraciones de CO2 en la atmósfera han aumentado un 11.4 % en tan solo dos décadas, un incremento sin precedentes en la historia humana. Este aumento, impulsado por una combinación de incendios forestales de gran magnitud, una posible reducción en la absorción de carbono por los bosques y las persistentes emisiones causadas por la actividad humana, ha contribuido a que 2023 registre el segundo mayor incremento anual de dióxido de carbono de la última década. Las cifras que presenta la OMM son alarmantes: las concentraciones de CO2 han alcanzado el 151 % de los niveles preindustriales, mientras que el metano ha subido a un 265 % y el óxido nitroso a un 125 %.
El secretario general de la OMM, Celeste Saulo, subrayó la gravedad de estos datos y los consideró un llamado urgente a la acción para los líderes mundiales, especialmente con la proximidad de la cumbre climática COP29, que se celebrará en Bakú, Azerbaiyán, el próximo mes. “Estamos claramente desviados del objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a menos de 2 °C, aspirando a 1.5 °C sobre los niveles preindustriales. Estos no son solo números: cada parte por millón y cada fracción de aumento en la temperatura tiene un impacto real en nuestras vidas y en el planeta”, declaró Saulo.
Los planes nacionales de reducción de emisiones: lejos de cumplir con el Acuerdo de París
En un segundo informe publicado recientemente, la ONU evaluó los planes nacionales actuales de reducción de emisiones, conocidos como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés). Estos planes reflejan los compromisos de cada país para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, el análisis revela que los compromisos actuales están muy lejos de alcanzar los recortes necesarios para limitar el calentamiento global a 1.5 °C, el objetivo establecido en el Acuerdo de París.
De acuerdo con el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, las emisiones deben reducirse en un 43 % para el año 2030. Sin embargo, con las políticas vigentes, solo se lograría una reducción del 2.6 % en comparación con los niveles de 2019. Simon Stiell, secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), enfatizó la urgencia de este momento y afirmó que los planes climáticos actuales están lejos de ser suficientes para detener el calentamiento global. Stiell calificó los hallazgos del informe como un “punto de inflexión” y una clara señal de que la COP29 debe convertirse en un momento decisivo para los compromisos climáticos.
COP29: una oportunidad crucial para la acción climática
La COP29, que se celebrará en noviembre, se perfila como una plataforma clave para que los líderes mundiales revisen y fortalezcan sus compromisos climáticos. El mensaje es claro: sin medidas mucho más ambiciosas y decididas, las proyecciones de calentamiento global continuarán en una dirección peligrosa. Según el informe reciente del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, las posibilidades de limitar el calentamiento a 1.5 °C son prácticamente nulas si no se produce un cambio drástico en la política climática global.
Stiell ha destacado que, si bien las conclusiones del informe son impactantes, también representan una oportunidad para que los países reconsideren y fortalezcan sus NDC, que deben ser presentadas en febrero del próximo año. Según él, estos compromisos renovados pueden no solo prevenir el “caos climático”, sino también ofrecer oportunidades transformadoras para la prosperidad y el bienestar en cada nación.
En conclusión, la ONU y sus organismos especializados instan a los líderes y a la ciudadanía a reconocer la seriedad de la crisis climática y actuar en consecuencia. Con cada año que pasa, la falta de acción nos acerca más a un punto de no retorno que afectará cada aspecto de la vida humana y los ecosistemas.