Cambio Climático

Suiza e Italia redibujan su frontera debido al derretimiento de los glaciares

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En un evento que refleja el impacto tangible del cambio climático en Europa, Suiza e Italia han modificado parte de su frontera común debido al derretimiento de los glaciares que históricamente han marcado la línea divisoria entre ambas naciones. Este ajuste territorial se produjo en la región del glaciar Theodul, ubicado bajo el icónico monte Cervino, una zona que ha experimentado una significativa pérdida de masa glaciar en las últimas décadas.

El glaciar Theodul, uno de los más emblemáticos de los Alpes, ha perdido casi una cuarta parte de su masa entre 1973 y 2010. Este proceso de fusión ha dejado al descubierto zonas rocosas que antes permanecían cubiertas por el hielo, lo que ha alterado el drenaje natural de la región. Esta modificación en el curso del agua obligó a los dos países a ajustar un tramo de aproximadamente 100 metros de su frontera.

El gobierno suizo declaró en un comunicado reciente: «Secciones significativas de la frontera están definidas por la divisoria de aguas o las crestas de los glaciares, el firn o la nieve perpetua. Estas formaciones están cambiando debido al derretimiento de los glaciares». Esta declaración pone de manifiesto el desafío que el calentamiento global plantea para las fronteras físicas y las relaciones entre los países, cuando los accidentes geográficos que tradicionalmente servían de límite se ven modificados por factores ambientales.

Un cambio esperado y con un impacto limitado

Suiza ya ha aprobado oficialmente este cambio fronterizo, mientras que Italia aún no ha hecho lo propio. Sin embargo, debido a que se trata de una «rectificación menor de la frontera», solo la aprobación suiza es necesaria para la implementación del acuerdo. Aunque aún falta la firma de Italia, las modificaciones exactas de la frontera serán implementadas y publicadas una vez que ambos países concluyan el proceso.

Este ajuste era previsible desde 2022, cuando un refugio de montaña se encontró en una posición ambigua, sin saber si pertenecía a Suiza o a Italia. La zona afectada por el cambio fronterizo incluye la estación de esquí de Matterhorn, una de las más grandes de Europa, que abarca la ciudad suiza de Zermatt y el valle italiano de Valtournenche. Los visitantes de esta popular región turística pueden cruzar libremente entre Suiza e Italia, un reflejo de las relaciones amistosas entre ambos países.

La frontera fue adaptada alrededor de puntos de referencia clave, como Testa Grigia, Plateau Rosa, el refugio Carrel y Gobba di Rollin. Estos ajustes, aunque menores en términos geográficos, son un recordatorio de la necesidad de adaptarse a las consecuencias del cambio climático.

El impacto del cambio climático en los glaciares suizos

El caso del glaciar Theodul es solo uno de muchos que ilustran cómo los glaciares europeos están sufriendo los estragos del calentamiento global. Suiza, al ser el país de Europa que alberga la mayor cantidad de glaciares, ha sido testigo de una aceleración dramática en la pérdida de hielo. Entre 2021 y 2023, el país perdió el 10% de su masa glaciar, una cifra alarmante que ha sido especialmente notoria en los glaciares del este y sur, como los que rodean el Matterhorn.

La Academia de Ciencias de Suiza destacó la gravedad de la situación al anunciar la pérdida de los glaciares. «Los glaciares suizos se están derritiendo cada vez más rápido. La aceleración es dramática: hemos perdido tanto hielo en dos años como entre 1960 y 1990». Estas cifras subrayan la urgencia de abordar las causas subyacentes del cambio climático, en particular la quema de combustibles fósiles.

El verano de 2023 fue el más cálido desde que se tienen registros, lo que exacerbó aún más el problema del deshielo. La situación fue tan extrema que el servicio meteorológico suizo se vio obligado a subir hasta casi 5,300 metros de altura para encontrar el «punto de congelación» o isoterma de cero grados, una muestra más del aumento de las temperaturas en las regiones alpinas.

En Italia, la situación no es diferente. Uno de los glaciares más conocidos del país, el glaciar Dosdè, situado en los Alpes italianos, retrocedió siete metros en el último año. La falta de nieve suficiente para cubrir el glaciar contribuyó a la acelerada desaparición del hielo, lo que refleja una tendencia preocupante en la región alpina de ambos países.

Ajustes fronterizos y la creciente frecuencia de estos cambios

Aunque la noticia de la modificación de la frontera entre Suiza e Italia puede parecer excepcional, lo cierto es que este tipo de ajustes no son tan inusuales. La agencia nacional suiza de cartografía, Swisstopo, es responsable de los 7,000 hitos que marcan la frontera de Suiza a lo largo de sus 1,935 kilómetros de límite con Austria, Francia, Alemania, Italia y Liechtenstein. Según Swisstopo, los ajustes fronterizos son frecuentes y suelen resolverse mediante comparaciones entre las mediciones realizadas por topógrafos de los países vecinos, sin necesidad de involucrar a los políticos.

Sin embargo, la aceleración del derretimiento de los glaciares, como se ha visto en los últimos años, podría hacer que estos ajustes se vuelvan más frecuentes y potencialmente más significativos. En este contexto, el reciente cambio en la frontera suizo-italiana es un ejemplo de cómo las realidades del cambio climático están transformando no solo los paisajes naturales, sino también las relaciones territoriales entre los países.

A medida que las temperaturas globales continúan aumentando y los glaciares siguen retrocediendo, es probable que se produzcan más cambios en las fronteras en otras regiones montañosas de Europa. La frontera, una línea que tradicionalmente ha sido fija, ahora se muestra más fluida, al compás del cambio en los paisajes que la definen.

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